En su estudio fundamental, el autor abordó la relación entre los intelectuales y el poder en Hispanoamérica.
En 1983, poco antes de morir en un accidente aéreo, Ángel Rama había terminado de dar forma a La ciudad letrada, una obra ambiciosa en la que abordaba el rol de los escribas e intelectuales en la administración de los territorios americanos de España, desde la conquista hasta mediados del siglo XX. Mezcla de historia, antropología e investigación literaria, la obra se convirtió en una referencia para los estudios latinoamericanos y para la reflexión sobre el surgimiento de diversas ocupaciones –artísticas, periodísticas, críticas– como un proceso de autonomización de antiguas funciones.