Gabriela Wiener es una escritora que "se expone". Desde su primer publicación ha desnudado sus mayores intimidades, hablando sin vueltas del deseo, del sexo, maternidad, su pareja poliamorosa y tantos otros temas que a muchos pondrían nerviosos. Con el tono de confesión, asegura que es la literatura que encontró para interpelar y la forma en que no le avergüence lo que escribe. Aunque nadie le cree que muchas partes se las inventó, publicó Huaco retrato, su primer libro de ficción, en el que desentierra a su propio tatarabuelo idealizado y lo somete a una revisión para cuestionar su identidad.